martes, 11 de mayo de 2010

Muy poca gente habla de calidad humana.

En esta época todos hablan de calidad de productos, calidad de procesos, calidad de servicios, calidad de sistemas...muy poca gente habla de calidad humana, calidad de vida...y sin ella, todo lo demás es apariencia, sin fundamento.
Hablar de calidad humana es cuidar nuestros vínculos con los demás; necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos.
de nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber como nos fue.
¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?. Es triste leer un libro y no tener con quién comentar el contenido, es doloroso sentirse preocupado y no contar con alguien a quién hablarle con el corazón.
De nada vale estar al frente de una cancha de fútbol o frente a un juego de salón sino tenemos con quien jugar, con quien disfrutar ese momento.
¿Para qué tener lo que no se puede compartir? ni las cosas ni el dinero poseen un valor intrínseco, pues el valor de lo material radica en su aplicación, en el servicio a alguien más o la convivencia con alguien más. La belleza de tener está en COMPARTIR.
La magia de luchar de luchar por una prosperidad económica, estriba, ni más ni menos, en poder ver sonreír a alguien a quien le damos el privilegio de disfrutar lo que ganamos.
Eso es parte de la naturaleza humana: dar, convivir, servir, ayudar y sobre todo...AMAR.
¡HÁZLO!
Hay ocasiones que estamos asustados, y asustados pero de lo que tal vez no podemos hacer, asustados de lo que pensaría la gente si tratamos de hacerlo.
Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.
Decimos No cuando queríamos decir SI, murmuramos cuándo queremos gritar, después...después gritamos a quien no teníamos que hacerlo: ¿Por qué?
Después de todo cruzamos por ésta vida una sola vez y no tenemos tiempo para para tener miedo. Así que intenta...intenta aquello que no has hecho, arriesgate, participa en el maratón, animate a escribir esa carta pendiente y enfréntate como ganador a las cosas cotidianas.
Debes bailar, hablar en contra de lo que no te gusta; visita pueblos que no conozcas, llámale y dile a esa persona cuanto le amas..."pero sin fingir", pues el tiempo no regresa y no tienes que perder y si...¡Todo que ganar!